viernes, 24 de junio de 2016

El "brexit" y el "blexit", y que me perdone la FUNDÉU.

Hoy 24 de junio, día de San Juan, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte ha decidido salir de la Unión Europea. Y, hoy, día 24, fiesta en Cabra, mi lugar de nacimiento, voy a hablar del "blexit", mi salida del IES Blas Infante.
Que circulan por la izquierda, que miden en millas o galones, que van a su "bola" (su salida de la Unión Europea puede provocar la existencia y entrada en la UE de Escocia, y una integración de Irlanda -la del Norte y la República-)... y que desde la existencia de los "Estados-nación" no han sido invadidos - Felipe II, Napoleón o Hitler fueron testigos-... y que han decidido salir de la Unión Europea. No es comprensible. Bueno, mentalmente funcionan como una isla y no recuerdan la dominación colonial a la que han sometido a muchos territorios (la justificación del "brexit" ha sido la inmigración, cuando ellos fueron emigrantes en el XIX a la par que dominadores de esos territorios, como la India entre otros). No lo entiendo, se van de una Unión Europea y no por el fin del estado del bienestar, por el uso de fondos de todos para salvar bancos... Incomprensible. Y, repito, espero ver un Reino Unido desunido -sin Escocia ni Irlanda del Norte- y no una Unión Europea rota. Aunque estos malditos villanos llamados "clase política", enriquecidos con nuestro dinero sigan nutriendo a los bancos y olviden a la ciudadanía... La Europa de los ricos servida por unos políticos corruptos. Lo sabemos, y espero un cambio futuro.
No lo entiendo.
Claro, tampoco comprendo el "blexit", es decir, mi salida del IES Blas Infante. Aquí no hay ricos ni políticos... sino alumnado que te aprecia, lo mismo que parte del profesorado. Reconozco mi inadaptación inicial al centro, tras mi vuelta del IES Rafael de la Hoz o Nuevo Condesa. Sí, me costó. De un centro pequeño con funcionamiento muy abierto a un macrocentro donde había viejos dinosaurios, y no tan viejos, con programas muy concretos y difícil de entrar. Al cabo de los años lo conseguí. Mi situación actual es privilegiada, pues hago mi "santa voluntad" valorando las decisiones lógicas y no tan lógicas de la directiva, y actuando según mi criterio.  Y debo resaltar la dificultad de modificar centros donde la "tradición" pesa mucho. Reitero, me aprecia parte del profesorado -mayoría, al menos así creo-, lo mismo que el alumnado y el personal de administración y servicios -y añadidos, como Santiago, el gran cuidador de la gastronomía del centro (pues no solo es "el de la cafetería", es mucho más). Y qué decir de Antonio, el jefe de mantenimiento (pues es jefe y obrero al mismo tiempo), servicial a extremos increíbles. 
Sigo con el "blexit", mi departamento. Nunca he tenido una pandilla de compañeros tan excepcional. Comenzando por la jubilada Curra -pues no quiero remitirme más allá-, y continuando por Alfonso, Pedro y Enrique. De verdad, ahí hay nivel. Están en enseñanzas medias -¡cuánto tiempo sin usar ese concepto!- porque quieren. Su nivel es universitario, y si no que lo digan los centenares de alumnos salidos de nuestras aulas y llegados a una Universidad donde no es oro todo lo que reluce -en ocasiones, lodo-. Eso no obsta a que mi senectud próxima haya supuesto un encabronamiento constante y cotidiano -con ellos y con el mundo-. Sí, los voy a echar de menos.
Imbécil, debo ser un imbécil: si hago lo que quiero en el insti, si aprecio y me aprecia el alumnado, si la gente del PAS son un cielo, si Antonio y Santi son tipos maravillosos. ¿Por qué me voy? Soy imbécil, indudable. Claro, ya lo sabía.
El Reino Unido y yo -manda güevos mi comparación con la "pérfida Albion"- somos imbéciles. Nos salimos de donde deberíamos mantenernos.
No tengo justificación. Lo intento con la excusa de iniciar un proyecto desde primero de ESO culminando a los cuatro años cuando ese alumnado finalice la Secundaria Obligatoria y yo casi me jubile. Débil motivo. Cierto es que en mi código genético hay parte del ADN del Rafael de la Hoz -antiguo Nuevo Condesa-... Pero no es excusa. Yo, como los del Reino Unido, a lo mejor la cagamos, y lo reconozcamos en el futuro.
Eso no tiene  vuelta atrás. Así que, adelante...