sábado, 14 de noviembre de 2015

OTRA VEZ PARÍS.

Con ilusión el alumnado del IES BLAS INFANTE está vendiendo dulces de Navidad y lotería para ir al viaje de estudios, entre el 10 y el 18 de marzo, a París.
París es la ciudad de la luz, del amor... y sobre todo el referente de la libertad en la Edad Contemporánea: la  Revolución Francesa, las barricadas en 1830, los Talleres Nacionales en 1848, la Comuna en 1870, el antibelicismo de Jaurès, la liberación por nuestros republicanos de París, o el mayo francés... París, símbolo de la libertad.
Nuestro alumnado hoy estará un poco más triste después de los cobardes asesinatos de ayer.
La autoría, aún no reconocida, pero es obvia. Otra vez lo mismo.
Me encanta la imagen para explicar la Historia. La imagen y los textos. No se puede explicar la Historia sin conocer con recreaciones o con fuentes primarias lo que sucedió en otros tiempos. Y entre ellas hay una excepcional película de la que ya he hablado con anterioridad: "Disparando a perros".
"Disparando a perros" narra un acontecimiento real sucedido en una misión católica durante el conflicto ruandés entre hutus y tutsis. Y sobre todo, la actuación del misionero -y su entorno-, por una parte, y por otra la ineptitud de los cascos azules -por mandato de la propia ONU, que permitía matar a los perros que comían los cadáveres pero que impedía actuar contra los grupos que asesinaban a los tutsis-. Reitero que esto mismo aparece en otra entrada. Si sobrecoge todo lo que refleja el film de la BBC, más aún lo es el comentario de una periodista alemana, Había cubierto la guerra de Bosnia y reconocía cómo en aquella horrible guerra lloró porque los muertos podían ser sus hijos, marido, padres o abuelos, porque eran blancos; pero en Ruanda los muertos eran negros. No lo decía con desprecio, sino con pena.
Lo mismo sucede aquí: cien o más muertos es una cantidad habitual que escuchamos de fondo cuando, en el almuerzo, tenemos de fondo los informativos. Pero o son negros, o asiáticos... Eso sí, cuando hay uno blanco y en Europa o en cualquier parte de los países del Norte, rico, nos llama más la atención. Y vuelvo a reiterar que todos los días mueren de hambre más de treinta mil personas.
Pero no debe perder importancia lo sucedido en París, Como antes en Londres, Madrid o Nueva York. Y lo que sucede diariamente en el Norte de África o Asia.
Yo no sé si es una nueva Tercera Guerra Mundial -distinta a las dos anteriores, que ya eran diferentes la Primera o la Segunda- o un movimiento terrorista a escala global
Y vuelvo a hablar de los descerebrados autores de estos atentados -o no tan descerebrados- vinculados al terrorismo islámico.
Desgraciadamente es así. Es un terrorismo con ideología detrás. Pero, que no se caiga en generalizar lo que es particular. Ni todos los judíos son los culpables de la actuación contra los palestinos; ni todos los cristianos fueron culpables de otros desmanes ya pasados; ni todos los musulmanes son culpables de la situación actual.
Tengo dependencia de la radio. Desde pequeño la escucho casi a todas horas. Incluso me acostumbré a estudiar escuchando las noticias de la radio. Ahora lo sigo haciendo mañana, tarde y noche -pues uno se desvela más de lo querido-. En la noche entre el sábado y el domingo, Radio Nacional de España tiene un programa que da voz a evangelistas, judíos y musulmanes. Hace un par de meses escuché el musulmán.  Era una de sus autoridades en España. En mi vida he escuchado un mensaje más claro. Ponía nombre y apellidos a los que apoyan a los asesinos del Estado Islámico o como se denomine. Pero nombre y apellidos: y no hablaba del desaparecido Bin Laden... sino países concretos que fomentan el terrorismo y que no es Irán. Son esos países que nos venden petróleo, en los que apenas sufren el terrorismo. Y que cuentan con el visto bueno de la comunidad internacional. De manera hipócrita los occidentales encubren este hecho. Y el Consejo de Seguridad, que lo sabe, no hace nada.
Conviene no olvidar que el terrorismo islámico -ese terrorismo islámico- mata sobre todo a islamistas (aunque en otros lugares como África subsahariana donde el terrorismo islamista lo que hace es acabar con cualquier cristiano, sea católico o protestante).
Si quien puede no hace nada -ahora sí es necesaria una actuación al unísono del Consejo de Seguridad-, lógicamente esto seguirá. Y cuando digo hacer algo no es solo acabar con el terrorismo, sino también acabar con el hambre en el mundo. A mi alumnado le digo que los estómagos vacíos son más susceptibles para apoyar revoluciones o terrorismo. Si hay paro, hambre, falta de integración no ya en países pobres, sino en los ricos, existe más posibilidad que los que no tienen nada luchen por algo...
Volvemos a la educación, a la enseñanza, al respeto de los valores como la tolerancia, la justicia para evitar el terrorismo. Probablemente si algún día, una de esas personas que ha pasado por nuestros centros educativos, participando en proyectos de solidaridad y tolerancia -y el proyecto de Patrimonitos y Jóvenes por el Patrimonio va por ahí- me la encuentro acabando con vidas o con parte de nuestro patrimonio heredado, me consideraré derrotado.
NO, VOY A COGER UNA IMAGEN "FESTIVA" DE PARÍS Y DE SU ICONO, LA TORRE EIFFEL, HECHA CIEN AÑOS DESPUÉS DE ESA REVOLUCIÓN DONDE QUEDARON MUCHAS VIDAS PERO QUE COMENZÓ A HACER A LOS HOMBRES IGUALES -CUESTA MÁS TRABAJO QUE LAS MUJERES TAMBIÉN LO SEAN-. ME NIEGO A PERDER LA CALLE POR UNOS DESALMADOS. Y, ALLÍ ESTAREMOS EN MARZO DE 2016.


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